sábado, 17 de septiembre de 2016

SEMANA DE MODA BAÑO DE GRAN CANARIA PRIMAVERA/VERANO 2017

Una nueva oportunidad para enamorarse de unas prendas que, vistas bajo los ojos de esta mujer, alcanzan otra dimensión. A las pruebas nos remitimos.


-¿Todavía le quedan terrenos por tocar en el diseño?


-Sí, por supuesto que sí. En el baño, por ejemplo, mi mensaje es distinto a otros. Es menos sexual y más optimista. Cada vez me gustan más los bañadores y mi misma filosofía de la calle se puede aplicar al baño.

-¿Es de ir a la playa?

-Poco y, cuando voy, alucino mucho. Me da pena no tener más oportunidades porque nada me gusta más que un paseo por la orilla del mar.

-¿Cuáles son las sensaciones antes y después de un desfile?

-Pues antes, a pesar de lo que llevo, todavía me pongo nerviosa y, después, aunque al principio me daban bajones, estoy feliz. De hecho el otro día tuve un pase y, de lo feliz que estaba cuando terminó, a la mañana siguiente tenía una reunión y ni fui. Se me olvidó.

-¿Nunca se relaja?

-Es que para mí esto es como una fiesta. No celebro mi cumpleaños porque esa festividad lo traslado a mis desfiles. En Madrid, por ejemplo, viene mucha gente vestida de Ágatha, que es el mejor regalo que se me puede hacer.

-¿Tiene sentido de la autocrítica?

-Tú sabes perfectamente si una presentación que ha sido mala o ha quedado genial. Lo notas.

-¿Cómo se hace para no perder la frescura?

-Yo creo que es un don de Dios. Llevo treinta y cinco años y ni una vez he dicho: “¡Qué aburrido es este trabajo!”.

-Y encima conecta casi más con las nuevas generaciones que con las que van pasando…

-Eso me da mucha alegría. Vas aprendiendo. En Moda Cálida me he visto todo. Desde delante, desde atrás… No sé la de desfiles que veré cada año… 300 o 400, seguro.

-¿La moda española tiene todavía “asignaturas pendientes”?

-Es que existe un gran abismo entre los dos grandes referentes, París y Milán, y el resto, que está mejorando muchísimo pero al que le falta. España está en un momento bestial en el “fast fashion”. Somos los mejores en eso. En el resto nos faltan clientes, que es lo que hace que la moda sea importante.

-¿Se atreve con todo?

-Sí. Hay pocos diseñadores que hayan hecho más cosas que yo. Hace poco hemos creado una sandía o una pizza. El año pasado hice una bolsa para unas “pink ladies”. No sé… Desde cartas de restaurante a vestir a Chicote…

-¿Le ha dicho a algo que “no”?

-Sí. A muchas propuestas. Estoy en contra de los abrigos de pieles y por ahí no voy. Luego hay ocasiones, como cuando me encargaron sopas, en las que me arrepiento de no haber aceptado. Me encantaba el concepto de “Ágatha Ruíz de la Prada” hasta en la sopa”. Tonta de mí, que tenía que haber dicho que “sí”… Otros campos que no sean el de la moda, no me divierten.

-Hemos entrado en campaña…

-Yo soy de Ciudadanos total, cien por cien.

-¿Visten bien los políticos?

-Si yo lo fuera me pondría el mismo traje todos los días. Hay tanto que hacer y se pierde tanto tiempo en eso. Es como “la” Merkel, que se ha hecho como un uniforme para ir siempre igual y no tener problema con la foto. Si te pasas o no llegas es fatal, con lo que lo mejor es tener dos o tres mudas y, ¡hala!, a repetir.

-¿Hay ideologías que visten mejor que otras?

-Hombre, a mí me parece que Pablo Iglesias viste fatal pero no creo en eso que preguntas. Siendo mujer no estaría pendiente de la ropa. Los políticos no tienen que estar pensando en eso hasta que no se tenga lo demás bien arreglado.

-¿Cuál es su color?

-El fucsia. Y no me canso de él. Lo elegí desde joven y me fascina.

-¿Eso es porque ve la vida color de rosa?

-Prefiero verla así que negra o gris.

-Si se vistiera de alguien que no fuera usted, ¿de quién sería?

-Soy afortunada porque me gusta Prada y, como pega con mi apellido… (risas). ¡Imagínate que me llamara Ágatha Ruiz de Cavalli! Voy comodísima y no me acostumbraría a ir de otro. Nunca me visto de nadie que no sea de mí salvo para los funerales y, en ese sentido. tengo una esquina de negros que va creciendo en mi armario.


ENTREVISTA REALIZADA POR Ricardo Castillejo para Sevilla Magazine, 18 junio 2016

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